La fuerza de la vocación científica en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia 

Cada 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha que busca destacar el papel crucial que desempeñan las mujeres en todas las áreas científicas, así como impulsar a las niñas a seguir carreras de investigación y tecnología.  

En IVIRMA Global Education conocemos muy bien los desafíos, pues estamos en constante contacto con las científicas más destacadas del ámbito de la medicina reproductiva y también con las que serán futuras primeras espadas, que forman parte del alumnado de nuestros cursos y títulos. 

Conscientes de que se han logrado significativos avances en la representación de las mujeres en la ciencia, sabemos que aún queda camino por recorrer para equilibrar la balanza de género en el ámbito científico.  

Para ilustrar esta realidad, conversamos con cuatro científicas que, desde diversas áreas de la medicina reproductiva, comparten su pasión por la ciencia y sus reflexiones sobre la inclusión femenina. 

Ludovica Picchetta, la curiosidad que nace en la infancia 

Científica clínica y de investigación en Juno Genetics 

Desde niña, Ludovica sintió un profundo interés por la ciencia; cada Navidad pedía un microscopio y llegó a analizar incluso su propia sangre. Hoy, con orgullo, puede decir que su vocación se hizo realidad.  

Destaca que “una buena científica debe tener creatividad, paciencia, conocimientos y el impulso continuo de aprender y descubrir cosas nuevas cada día” y esta base no entiende de género, pues son cualidades que tienen hombres y mujeres por igual. 

“La vocación es fundamental, pero también los referentes”, afirma, al tiempo que insiste en la necesidad de alentar a más niñas a perseguir sus sueños científicos. 

María José de los Santos, la disciplina de la investigación 

Embrióloga Senior, coordinadora de Laboratorios FIV en IVI RMA Global 

 De pequeña soñaba con ser bailarina de ballet clásico, pero la ciencia marcó su camino profesional. Para María José de los Santos, la investigación es la clave que impulsa cualquier avance en medicina, ingeniería o economía.  

Se enorgullece de sus referentes femeninos, entre ellas Jean Purdy, pasando por Anna Veiga y Gloria Calderón, nuestras modelos a seguir en España en los años 90; a nivel internacional recuerda a Lucinda L Veeck, Catherine Racowsky, Kerti Lundin; y cita orgullosa a compañeras de trabajo como Ana Cobo, entre otras. “Todas ellas muy necesarias para inspirarnos y abrir un camino muy importante para el futuro de las mujeres científicas”. 

Le hemos preguntado cómo mejoraría la inclusión de las mujeres en la ciencia y no ha dudado: “muchas veces, las científicas nos centramos tanto en el laboratorio que olvidamos la importancia de la divulgación”. A su juicio, inspirar a las nuevas generaciones pasa por mostrar lo que hacen las mujeres en ciencia y por difundirlo de manera accesible. 

Sandra Sala, la vocación de cuidar 

Enfermera, coordinadora médicos externos Salud Integral de la Mujer en IVI Valencia 

Para Sandra Sala, la enfermería fue su primer paso, impulsada por un ingreso hospitalario en la adolescencia. No se considera una científica, pero sin embargo lo es. Esta cuestión es muy común entre las mujeres que desarrollan una labor investigadora en el ámbito científico. Sandra, además trabaja en un entorno donde la innovación y la investigación son prioridad. 

Propone “animar a las niñas y a las mujeres a descubrir sus habilidades, para que desarrollen una mentalidad de crecimiento y superación personal. Fomentar los valores de cada cual o brindar oportunidades son algunas de las claves para que las mujeres podamos desarrollarnos y alcanzar nuestro propio éxito”, enfatiza. 

Además, considera esencial que las familias fomenten el interés de las niñas por la ciencia desde temprana edad, animándolas a explorar y a desarrollar una mentalidad de crecimiento. 

Jessica Subirá, la pasión por la medicina reproductiva 

Ginecóloga, especialista en Medicina Reproductiva en IVI Valencia 

Siendo niña, Jessica Subirá pensó en estudiar Derecho o Periodismo, movida por su sentido de la justicia y su gusto por el debate. Sin embargo, fue el descubrimiento de la biología lo que cambió su rumbo. Hoy ejerce la medicina con una sólida base científica en el área de la reproducción humana. 

“Una buena médica debe ser una buena científica, porque nuestra práctica clínica se basa en la evidencia”, recuerda Jessica, quien anima a seguir impulsando la presencia de mujeres en ramas científicas más tecnológicas para romper estereotipos y aumentar la diversidad en estas profesiones. 

Advierte de que “aunque las mujeres cada vez tienen más presencia en las ciencias de la salud, existen todavía otros ámbitos científicos más tecnológicos donde se ven muchas menos, quizás porque culturalmente a las niñas se les ha transmitido que ellas deben estar más presentes en profesiones eminentemente de cuidado. Esto está bien si es una elección personal, pero deberíamos estar alertas ante los clichés que pueden remarcar esas profesiones como más masculinas. Para una ciencia más igualitaria y despertar vocaciones es crucial que las niñas se vean representadas en referentes femeninos en estos campos”. 

Más mujeres, más ciencia 

Las historias de Ludovica, María José, Sandra y Jessica reflejan la fuerza de la vocación y la importancia de modelos femeninos para las niñas que sueñan con dedicarse a la ciencia. Todas coinciden en que la clave para una mayor inclusión femenina en la investigación pasa por la confianza, el reconocimiento y la divulgación. 

En este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, sus voces nos recuerdan que la curiosidad, la pasión y la perseverancia son células reproductoras que, cuando fecundan, pueden transformar el futuro de la humanidad. 

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