Un consenso entre seis sociedades científicas médicas pone de manifiesto el peso de la obesidad en la infertilidad

Considerada como una de las grandes problemáticas de salud pública a nivel mundial, la obesidad alcanza ya cifras epidémicas en nuestra sociedad. En Europa, la padecen más de la mitad de los adultos y uno de cada 3 niños. Y un siendo bien conocido su efecto perjudicial en la salud, siendo uno de los principales factores de riesgo para la diabetes de tipo 2 y otras enfermedades como las cardiovasculares, en materia de fertilidad la población no conoce tanto el riesgo.

Recientemente seis sociedades científicas, entre las que se encuentra la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) han elaborado un documento de posicionamiento para establecer un abordaje común y multidisciplinar de la infertilidad asociada a la obesidad.

Las otras 4 sociedades adscritas al documento consensuado han sido la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), junto con la Asociación Española de Urología (AEU) y la Sociedad Científica Española de Dietética y Nutrición (SEDYN).

La infertilidad, una cuestión de peso

La relación entre infertilidad y sobrepeso ha demostrado ser estrecha. La principal advertencia de la declaración científica conjunta fue que la obesidad puede duplicar el riesgo de sufrir infertilidad. De hecho, se calcula que la probabilidad de embarazo espontáneo se reduce un 5% anualmente por cada unidad de más del IMC respecto al rango de peso normal.

 

Muchas de las parejas con sobrepeso u obesidad, deberán recurrir a tratamientos de reproducción asistida. En la actualidad, las mujeres con exceso de peso suponen alrededor del 23% de las pacientes en tratamiento. “Esto condiciona el éxito de las técnicas debido a que la respuesta a la estimulación ovárica de estas mujeres y sus tasas de implantación embrionaria son menores. Además, los ovocitos, como sucede con los espermatozoides, son de peor calidad”, explica la Dra. Joana Peñarrubia, miembro del Grupo de Interés de Endocrinología de la SEF.

Obesidad y fertilidad femenina

La obesidad puede afectar la fertilidad femenina de distintas maneras. Por un lado, el exceso de grasa corporal puede afectar la ovulación y provocar ciclos menstruales irregulares. Asimismo, la obesidad aumenta el riesgo de trastornos de tipo hormonal como el síndrome de ovario poliquístico (SOP).

“Ambos sexos, masculino y femenino, pueden tener problemas de fertilidad como consecuencia de la obesidad. Sin embargo, su impacto en el caso de las mujeres se hace evidente de manera más directa al verse afectado el ciclo menstrual. Como estos cambios son más notorios, las mujeres suelen buscar atención médica especializada de manera más temprana” expone la especialista.

Estas alteraciones hormonales y ovulatorias dificultan conseguir una gestación espontánea.
Además, las mujeres con obesidad presentan un mayor riesgo de aborto espontáneo y complicaciones durante el embarazo (como diabetes gestacional, presión arterial alta y prematuridad), parto y postparto.

El trabajo de las sociedades científicas ha subrayado la importancia de evaluar más en detalle los beneficios sobre la fertilidad femenina del uso de fármacos antiobesidad.
También incidieron en la necesidad de priorizar en las listas de espera de cirugía bariátrica a aquellas mujeres con obesidad grave mayores de 35 años.

Obesidad y la fertilidad masculina

La obesidad también afecta a la fertilidad masculina. Por un lado, por la mayor predisposición de sufrir disfunción eréctil y, por otro lado, por una disminución de la calidad y cantidad de los espermatozoides.

Los varones con obesidad experimentan alteraciones hormonales: aumentan los estrógenos y sus niveles de testosterona se ven reducidos. Esto, ligado al aumento de la temperatura testicular, disminuye la calidad seminal por daños en la integridad del ADN espermático.

En el documento de consenso, médicos y científicos concluyeron que son necesarios más estudios explorando la relación entre obesidad e infertilidad masculina. En varones las causas y consecuencias están menos establecidas, y se ha observado que el efecto negativo sobre la fertilidad se potencia si ambos miembros de la pareja tienen obesidad.

1 de cada 5 adultos españoles tiene obesidad

En España se estima que la tasa de prevalencia de sobrepeso es del 39,3%, mientras que la de obesidad es del 21,6%. Estas cifras hacen referencia a adultos de entre 25 y 64 años y, por tanto, en su mayoría en edad fértil.

“Dado el alto porcentaje de personas con obesidad y sus efectos negativos sobre la fertilidad, no es una cuestión menor que se deba infravalorar. Una actuación multidisciplinar y más estudios son necesarios para poder conocer mejor la relación y mejorar las tasas de éxito de los y las pacientes con obesidad en tratamiento”, concluye Peñarrubia.

Tendemos a centrarnos en problemas complejos relacionados con la infertilidad, cuando, en ocasiones, aspectos más sencillos como la pérdida de peso o adoptar hábitos más saludables pueden tener un papel esencial a la hora de lograr el embarazo.

Tanto el sobrepeso como la obesidad influyen negativamente en la consecución del embarazo, ya sea de manera natural o mediante técnicas de reproducción asistida.
Esto se debe a que, tanto en hombres como mujeres, la patología provoca alteraciones endocrinas que comprometen su fertilidad.

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